Así nació El Juego del Revés

Había una vez dos amigas llamadas Eleonora y Yanina. Eleonora creció en el barrio de Lanús y Yanina en Barracas.

Cuando eran adolescentes el destino hizo que sus caminos se cruzaran en una sala de juegos. Entre autitos, pelotas y colchonetas descubrieron que había muchas cosas en común, entre ellas la ilusión de algún día convertirse en psicólogas.

Charla va charla viene, recordaron los juegos de su infancia, aquellos que tanto les gustaba y que sin saberlo una enseñanza les dejaba, como la aventura que recorreremos a lo largo de la vida donde el cielo simularía ser el final de ese recorrido con la rayuela o tocar a mis compañeros en la mancha como una manera de comunicarme con ellos incorporando los espacios que nos rodeaban, que la soja le diera tanta energía a nuestros cuerpitos… y se preguntaron: en este reino del revés del espacio cibernético, la play, la compu, la rapidez del corre caminos que parece habernos contagiado a todos… ¿Dónde están aquellos juegos que en el simplemente jugar aprendíamos y nos divertíamos tanto?

Yani y Eleo abren sus puertas para que en “El Juego del Revés” nade un pájaro y vuele un pez.

Les ofrecemos nuestro espacio para que juntos podamos divertirnos y jugar a crear nuestro propio cuento.